¿Genética o estilo de vida?

El 30% de la población sufre algún trastorno del sueño


"Los problemas emocionales y estilo de vida no saludables cada vez cobran más fuerza en la aparición de esta sintomatología" afirma Charo Lobato.


Según la psicóloga y directora de Personal&Mente, Charo Lobato Romero, los trastornos del sueño pueden deberse a factores emocionales, ambientales y biológicos, los cuales podrán agravarse según los hábitos de vida aprendidos en el entorno familiar o mediante la genética. Sin embrago, afirma que lo genético no presenta fuerza suficiente para que los trastornos del sueño aparezcan. 


Se debe tener en cuenta la edad del sujeto y el momento de ciclo vital, pues en la niñez y en la vejez, las fases del sueño se ven alteradas y así como van cambiando en el proceso de madurez. Este tipo de problemas que padece el ser humano es fácil de detectar, ya que es algo anormal en el funcionamiento del cuerpo humano. Ante un problema así la salud física o mental es la realmente perjudicada, es por eso que uno de los procesos vitales que más se altera es el sueño.

Pero, ¿cuáles son los factores que originan los trastornos del sueño? Entre ellos caben destacar los siguientes:
  • Las nuevas tecnologías. La llegada de la tecnología a nuestras vidas no sólo nos ha facilitado las tareas del día a día, sino que también han traído consigo una gran diversidad de problemas, en este caso el insomnio. Como bien afirma Charo Lobato, actualmente vivimos un momento social muy relacionado con la inmediatez, lo que provoca un proceso estimulante en nuestro cuerpo, dando lugar a la alteración del sueño y a la aparición, a nivel emocional, de síntomas tales como el cansancio, irritabilidad, alteración de la alimentación, etc.
  • Cambio de horario o "jet lag". El cambio de horario no afecta de manera directa al sueño, pero sí lo hace cuando se da un cambio de horario demasiado brusco, como por ejemplo, cuando se viaja a un país lejano; a esto se le conoce con el término anglosajón "jet lag".
  • Horario de trabajo prolongado. Este concepto hace referencia a las personas que trabajan por turnos, ya que tienen un riesgo cuatro veces mayor de padecer un trastorno del sueño que aquellas que tienen un turno fijo. Estos muestran una menor duración del sueño y mayor somnolencia en horarios en los que la persona debería estar despierta.
  • Alimentación. Se trata de un factor relacionado con la presencia recurrente de ingestas al despertarse a mitad de la noche tras haberse conciliado el sueño. Se le conoce como parasomnia.
  • Drogas. En este ámbito destacan la hipersomnia (sueño excesivamente prolongado) e insomnio. Se origina en las personas que consumen alcohol, puesto que las molestias orgánicas que se presentan por la toma de bebidas alcohólicas ocurren durante la noche. También pueden aparecer otro tipo de trastorno, como afirma Javier L. Lafuente, pues frecuentemente se dan casos de apnea del sueño en adultos, generalmente fumadores o exfumadores, enfermos de bronquitis crónica, de malformaciones a nivel otorrinolaringólogo, que son diagnosticados generalmente por el especialista.

                               



Tras desarrollar los factores que originan los trastornos del sueño, se dará paso a una de las partes más importantes de esta entrada, ¿cuáles son los trastornos más comunes?, ¿cómo se dan?

Cada uno de los trastornos que se tratan a continuación, se dividen en dos categorías. Se habla de Disomnias, conocidas como trastornos de iniciación y mantenimiento del sueño (insomnios) o trastornos de somnolencia excesiva (apnea y narcolepsia) y trastorno del sueño relacionados con el ritmo cardiaco. Parasomnias, trastornos al despertar (sonambulismo), trastornos de la transición sueño-vigilia (somniloquio) y alteraciones asociadas al sueño paradójico (pesadillas).

Disomnias:

La narcolepsia es uno de los fenómenos más recurrentes en el mundo actual. Se trata de una alteración del sistema nervioso central que podría estar determinada hereditariamente. De hecho, la psicóloga Charo Lobato, pone en manifestación  que "en muchos trastornos del sueño existe una mayor incidencia de causas ambientales que genéticas, y en el caso concreto de narcolepsia se apunta sobre todo al factor genético para la creación y desarrollo de la enfermedad, pero una cosa es tener cierta predisposición y otra muy distinta sería factores que lo precipitan o no", enfocando sobre todo en el factor ambiental que puede ser hábitos de vida, situaciones personales y familiares, trabajo, etc.

La narcolepsia se caracteriza sobre todo por la somnolencia, a veces irresistible durante el día, la cataplexia ( atonía muscular de breve duración), parálisis del sueño ( incapacidad para de realizar los movimientos voluntarios al quedarse dormido). Se trata, pues de una alteración del sueño paradójico, es decir, durante la fase posterior a la fase IV, en la que el sujeto se encuentra en un sueño profundo, difícil de despertar, pero en el caso de poder hacerlo, es capaz de acordar de sus sueños.



La apnea del sueño es un trastorno común en el que la respiración se interrumpe o se hace muy superficial. Estas interrupciones pueden durar desde unos pocos segundos a minutos y pueden ocurrir más de 30 veces por hora.
Como comentamos con el presentador del programa radiofónico de Canal Sur Radio "Por tu salud", Enrique Jesús Moreno, el 5%  de los andaluces padece este tipo de trastorno y el 90% de los casos no está diagnosticado. Según nos cuenta en la entrevista, este diagnóstico podría hacerse fácilmente si los medios tomaran un papel educativo e informaran a tanto oyentes como a televidentes para que detectaran las señales y los síntomas rápidamente.

Cuando el sueño se interrumpe durante la noche, se puede estar somnoliento durante el día. Las personas con apnea del sueño tienen un mayor riesgo de sufrir accidentes de tránsito, accidentes de trabajo y otros problemas médicos.



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Parasomnias:

El sonambulismo es un trastorno que transcurre durante las fases III y IV, es decir, cuando el sujeto esta sumergido en un sueño profundo. Este fenómeno consiste en despertares en los que la persona que lo sufre puede realizar acciones simples (sentarse en la cama) o complejas (realizar cualquier acción que somos capaces de hacer despiertos). El sujeto mantiene los ojos abiertos y firmes, capaz de inspeccionar el entorno.

Además no responde ante estímulos externos, ni la persona se puede despertar ante la llamada de otros. Ante esta situación no se debe despertar al sonámbulo, sino acompañarlo a la cama. Al día siguiente, este no recordará lo sucedido, por darse este fenómeno en la fase III - IV.

Es cierto que el sonambulismo se desarrolla en edades tempranas como es la infancia pero, en algunos casos este trastorno puede acompañar a la persona a lo largo de su vida. La psicóloga Lobato nos aclara la idea:

"Es importante tener en cuenta que el proceso sueño-vigilia es muy diferente en niños pequeños y en adultos. Hay muchos trabajos publicados sobre el desarrollo neuronal y su incidencia en el sueño. Esto quiere decir que una posible hipótesis explicativa sería la hipótesis evolutiva; Hay que hacer referencia a que el cerebro termina de formarse a los 20 años aproximadamente. En los primeros años de vida, etapa llamada infancia, se podría pensar en que no existen aún los recursos o circuitos necesarios e implicados en el desarrollo del sueño sin incidencias".



En la etapa de la adolescencia un 25% de los jóvenes presentan un episodio de somnolencia una vez al año y un 10% una vez a la semana.

Otra manifestación de Parasomnia se ve reflejada en el llamado Somniloquio, aunque no se considera como un trastorno grave. Se trata de la habla o la emisión de sonidos con significado psicológico durante el sueño. Lo que le caracteriza fundamentalmente a somniloquio es la amnesia al despertar, se produce durante la fase del sueño paradójico, y el discurso suele ser muy elaborado, asociado a los hechos recientes. Normalmente ocurre esporádicamente y dura pocos segundos. Suele pasar durante la edad preescolar, pero si se mantiene hasta la edad adulta, podría estar asociada a la ansiedad.

Para finalizar vamos a analizar si estos trastornos afectan más a un sexo que a otro o si es posible apreciar diferencias en relación a los hábitos dietéticos e higiénicos. La respuesta nos la da el médico Javier L. Lafuente: "Es probable apreciar diferencias en relación a los malos hábitos higiénicos y dietéticos como tabaco o excesivo consumo de alcohol, cannabis, costumbres sociales como reuniones en familia o amigos, pero no hay diferencias entre chicos y chicas".

Para mas información, dejamos a continuación la entrevista que realizamos a Enrique Jesús Moreno, presentador de "Por tu salud", Canal Sur Radio.

Fuentes:

- Entrevista a la psicóloga Charo Lobato Romero.
- Entrevista al médico Javier L. Lafuente.
- Buela Casal G., Sierra J.C. ( 1994). Los trastornos del sueño. Madrid: Pirámide.




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